martes, 15 de mayo de 2018

CHIMISAY, CHINGUARO Y ACHBINICO, LA RUTA DE LA VIRGEN DE CANDELARIA

La ruta en sí trata de trazar un itinerario que comprenda aquellos lugares donde estuvo y se veneró la sagrada imagen de Nuestra Señora de Candelaria. Tres puntos que forman el triángulo territorial que en su conjunto constituye un territorio místico: Chimisay, en la actualidad Playa del Socorro; Chinguaro, hoy en día Las Cruces; y Achbinico, identificado en el presente como Cueva de San Blas, que era el lugar en el que los guanches celebraban las fiestas de plantación y recogida de la cosecha, situaciones que coinciden con los meses de febrero y de agosto.

Así, nuestro alumnado de 2º ESO, se dispuso a realizar esta ruta por estos lugares de tanta importancia histórica, cultural, tradicional y religiosa, donde se concentra la historia de los comienzos de la civilización cristiana en la Isla.

VIRGEN DE CANDELARIA
La tradición cuenta que dos pastores guanches encontraron 95 años antes de la conquista de Tenerife, en la playa de Chimisay (Güímar), al sureste de Tenerife (que actualmente se conoce como Playa del Socorro) una imagen de madera de la Virgen que fue llevada a la cueva-palacio del mencey Acaymo en el barranco de Chinguaro (Güímar).

Un guanche bautizado llamado Antón que había logrado escapar de los castellanos, reconoció en la Imagen a la Virgen María que fue adorada por los guanches como «Chaxiraxi» (la madre del sustentador de tierras y cielos) y para que pudiese ser venerada por todos los habitantes de la isla se decidió trasladarla a la Cueva de Achbinico.

La imagen portaba al Niño Jesús en el brazo derecho y una candela en la mano izquierda, por lo que fue invocada con la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria.

Después de la Conquista de la isla, el 2 de febrero de 1526 la Virgen fue trasladada a una primitiva capilla situada en la zona donde actualmente se encuentra la actual Basílica. Por eso ese día se celebra la fiesta litúrgica de la Virgen de Candelaria.

El 14 de agosto se celebra una Ofrenda en la que participan agrupaciones folclóricas de todas las Islas Canarias. Posteriormente se realiza una representación de la aparición de la Virgen a los guanches y una procesión.

El 15 de agosto, «día grande», después de una solemne misa presidida por el Obispo de la Diócesis Nivariense, se procesiona la Virgen de Candelaria alrededor de la Plaza de la Patrona de Canarias.

PLAZA DE LA PATRONA DE CANARIAS
El centro neurálgico del municipio lo constituye la amplia Plaza de la Patrona de Canarias en cuyo lado sur se encuentra la Basílica de estilo neoclásico de La Candelaria que tiene anexo un Convento Dominico.

Junto a la entrada principal de la Basílica se encuentra la Fuente de los Peregrinos y el edificio del antiguo Ayuntamiento que actualmente acoge un espacio multicultural.

En el lado este de la Plaza, a la orilla del mar, se dispone el conjunto escultórico, obra del escultor tinerfeño José Abad, constituido por nueve estatuas de los menceyes guanches que reinaban en la isla en el momento de la conquista. 

A 400 metros de la Basílica se encuentra la Cueva de San Blas o de Achbinico.

LA BASÍLICA
La Basílica, finalizada en 1959, es obra del arquitecto Enrique Marrero Regalado. Se estructura en tres naves, con techumbre que imita el estilo mudéjar y una cúpula de 25 metros de altura coronando su crucero. Su campanario, de 45 metros, luce un balcón canario. En la Capilla Mayor se custodia la Imagen de la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias.

El 15 de agosto la Basílica se engalana para la fiesta de la Candelaria.

CUEVA-ERMITA DE SAN BLAS
La Cueva de San Blas o de Achbinico, situada junto al mar a unos 400 metros al sur de la Basílica, fue el primer templo cristiano de Canarias ya que acogió la primitiva imagen de la Virgen de Candelaria cuando fue trasladada desde Chinguaro (Güímar). La ermita-cueva tiene 14 metros de largo por 6 de ancho y 5 de altura.

Después de la conquista de Tenerife la Cueva de Achbinico fue declarada Iglesia y aquí fueron bautizados los guanches. La pila bautismal original se conserva en la Basílica.

En 1526 la Virgen fue trasladada a un primer santuario erigido en el solar de la actual Basílica.

En 1530 se pone en la cueva la imagen de San Blas; por lo que la cueva-ermita toma el nombre de este Santo.

En 1789 un incendió destruyó el templo primitivo y la Imagen fue trasladada de nuevo a la Cueva de San Blas hasta 1803 en que es devuelta a la Basílica.